Vuelvo a esos ojos negros
mi bestia surge con tus señas
y mi sed me condena a ti.
Saco mi figura menos
lo dócil de mis fieras
que pactan aguardar más sin ti.
Aúllo a tu cuerpo nudo,
tu piel me pide marcarla
pero se me desvanece.
Sigo tu olor profundo
tu hedor dice tenerla
pero se me desvanece.
Y caigo al vacío sin ti
abro mis ojos yacentes
y desvelo a mis sueños.
P.Andreu
Llegué aquí por casualidad, buscando al azar. Me encantó tu blog y lo que escribes. Saludos desde Buenos Aires.
ResponderEliminarDe acuerdo con Cristina. Hace tiempo que te leo.
ResponderEliminarGracias a los dos, me alegra saber que agrada!
ResponderEliminarSaludos!